Hace días que me persiguen los mareos. Quizás porque me levanto muy rápido o porque el encierro me está afectando. Hoy fue más intenso, cuando quise salir del dormitorio, mi cabeza rodó escaleras abajo. Me desconcerté. Me quedé sentada en el rellano esperando aclarar mis ideas. Pensé: No creo que se anime a romper la cuarentena. Mi corazón colmado de ansiedad, mis manos crispadas, contando los minutos…
Súbitamente volvió, llena de sueños, cabecita loca.
Elma Sueldo
64 años
Docente jubilada (profesora de Castellano, Literatura e Historia)
Cruz del Eje, Córdoba, Argentina
