La vida, de pronto,
mudó su ropaje.
Inútil, la prisa,
quedó en un cajón.
Las horas sorprenden
con ojos absortos
a quienes no saben
mirar a su alrededor .
La vida se abriga,
enciende una hoguera .
Y miles de brasas
que atizan el fuego
sostienen los hilos
de nuestra existencia.
Ahora , la vida se viste
con poco ornamento.
Manos que tejen,
que alimentan,
que curan.
Manos que acarician …
Y voces que cantan
con muchos matices
la misma canción.
II
Pincelar los días
en este calendario
en el que las horas
se convierten en
tristes fantasmas
y los grises y negros
amortajan la vida .
Azul, brillante ,
una lágrima descansa
sobre el confuso cielo.
Gotas de rocío tiemblan
sobre las frágiles hojas
que temen sucumbir.
Respiran las raíces
absorben los nutrientes
de la tierra y se preparan
para resistir .
Millones de manos.
Paletas y pinceles .
Las paletas se fusionan .
Los colores se mezclan ,
estallan…
Un mundo distinto
deberá surgir.
III
A mi nieto Ignacio
Hoy te vi,
nos vimos
de lejos.
Se me estruja el corazón
de nostalgia,
de tristeza.
Hoy nos falta el abrazo
pero nos sobra el amor.
Y se va ensanchando
el pecho,
llenándose de fuerza para que pronto
nos abracemos muy fuerte ,
muy fuerte.
Cada día, cada hora,
con los brazos,
con el cuerpo.
Con la sonrisa y con los ojos…
¡Siempre!!
IV
La vida…
Ese latido que escuchás
es un amanecer.
Primavera de flores
y verano cargado de frutos, reverdecen.
La vida…
Soplo de aire ligero
que respirás.
El otoño arrastra
las hojas por el suelo.
Gélido invierno fugaz
endurecerá los huesos .
La vida…
Ese reloj imperceptible
que es marca del tiempo
y de mi huella.
De pronto,
el viento del desierto
velozmente remolinea
en la arena…
Viajeros desorientados
refriegan, incrédulos, sus ojos.
La vida…
Ese mágico latido
que escuchás.
María Esther Cuestas.
59 años
Docente jubilada, profesora de castellano, Literatura e Historia
Cruz del Eje, Córdoba, Argentina.
Me alegra encontrar un espacio que recoje momentos inspiradores en tiempos difíciles.¡Gracias! . Saludos desde Medellín.
Muchísimas gracias, Carmen.