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La vida en tiempos de pandemia – María Esther Cuestas

La vida, de pronto,

mudó su ropaje.

Inútil,  la prisa, 

quedó en un cajón. 

Las horas sorprenden

con ojos absortos

a quienes no saben 

mirar a su alrededor .

 

La vida se abriga,

enciende una hoguera .

 Y miles de brasas 

que atizan el fuego 

sostienen los hilos 

de nuestra existencia. 

 

Ahora , la vida se viste 

con poco ornamento.

Manos que tejen, 

que alimentan, 

que curan.

Manos que acarician …

Y voces que cantan 

con muchos matices 

la misma canción.

 

            II

Pincelar los días

en este calendario 

en el que las horas

se convierten en

tristes fantasmas 

y los grises y negros 

amortajan  la vida .

 

Azul, brillante ,

una lágrima  descansa 

sobre el confuso  cielo.

Gotas de rocío tiemblan 

sobre las frágiles hojas

que temen sucumbir.

Respiran las  raíces 

absorben los nutrientes 

de la tierra y se preparan 

para resistir .

 

Millones de manos.

Paletas y pinceles .

Las paletas se fusionan .

Los colores se mezclan ,

estallan…

Un mundo distinto 

deberá surgir.

         III

A mi nieto Ignacio 

Hoy te vi,

nos vimos 

 de lejos.

Se me  estruja el corazón 

de nostalgia, 

de tristeza.

Hoy nos falta el abrazo 

pero nos sobra el amor.

Y se va ensanchando 

el pecho,

llenándose de fuerza para que pronto

nos abracemos muy fuerte , 

muy fuerte.

Cada día, cada hora, 

con los brazos,

 con el cuerpo. 

Con la sonrisa  y con los ojos…

¡Siempre!!

              IV

La vida…

Ese latido que escuchás 

es un amanecer.

Primavera de flores  

y  verano cargado de frutos, reverdecen. 

La vida…

Soplo de aire ligero 

que respirás.

El otoño arrastra

 las hojas por el suelo.

Gélido invierno fugaz

endurecerá los huesos .

La vida…

Ese  reloj imperceptible 

que es marca del tiempo  

y de mi huella.

De pronto,

el viento del desierto 

velozmente remolinea 

en la arena…

Viajeros desorientados 

refriegan, incrédulos,  sus ojos.

La vida…

Ese mágico latido

 que escuchás.      

 

 

María Esther Cuestas.

59 años

Docente jubilada, profesora de castellano, Literatura e Historia

Cruz del Eje, Córdoba, Argentina.

 

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  1. Me alegra encontrar un espacio que recoje momentos inspiradores en tiempos difíciles.¡Gracias! . Saludos desde Medellín.