Los días reptan
monótonos,
repetidos,
desquiciados…
Las horas bostezan
en los rincones.
Crueles se enroscan los minutos
en mi cuerpo insomne.
Ojos desorbitados,
enrojecidos,
yertos,
confiesan su desazón.
El tedio oprime
mi frágil corazón.
Caen las máscaras,
un amargo rictus
queda al desnudo.
Fingir ¿ para qué?
Decepcionada,
la voluntad agoniza.
Fotografía de Randall Billings / Pixabay
Elma Sueldo
64 años
Docente jubilada (profesora de Castellano, Literatura e Historia)
Cruz del Eje, Córdoba, Argentina