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El cerebro de la cuarentena – Candelaria Carrera

 

Al momento de realizar la guía de Facundo Manes, vi varios videos, lo que me llamo la atención de algunos de ellos es como los podemos traer hoy a la realidad que nos acontece.

Facundo, por su puesto nos habla del cerebro, de las interacciones con las personas, comienza explicitando que las sustancias eliminadas por el mismo no son las mismas a través del contacto virtual que cara a cara.

No sentimos lo mismo a través de una pantalla que en persona. Clases, charlas, aprendizajes, trabajos, todo se está basando en las pantallas.

¿Qué ironía no? Hoy estamos desesperados por ver a nuestros seres queridos, abrazarlos, e incluso hay un creciente entusiasmo por asistir a clases, siendo que antes, al momento de tener una persona al frente, nos enfocábamos en ver que ocurría a través de las pantallas, pendientes de cosas efímeras y sin sentido.

La cuarentena nos hizo valorar aquello a lo que nunca le prestamos atención. Citando al autor de “El Principito”, lo esencial es invisible a los ojos.

Somos una sociedad sumamente hipócrita en la cual se quiere lo que no se tiene. O más bien se extraña lo que se pierde ¿Qué es lo que ocurrirá una vez finalizada la cuarentena? ¿Volveremos a nuestros malos hábitos o realmente aprenderemos?

Somos seres cambiantes, ni siquiera sabemos que es lo que queremos realmente. Hoy extrañamos el contacto físico y ansiamos estar cerca de muchas personas. Pero, cuando lo tenemos ¿lo disfrutamos de la manera que hoy añoramos? No, no lo hacemos.

Que gran disyuntiva inconsciente que nos acontece, lo que ocurre en un par de meses en encierro. Una gran serendipia nos invade, por una parte lo que nos alejó de los demás, es lo que hoy nos acerca. 

Una época que quedara inmarcesible en nuestra memoria.

María Zambrano nos ilustra con su frase: solo en soledad se siente la sed de verdad. Podemos pensar que María se refiere a una sed de verdad positiva o empírica, pero yo creo que la sed se siente fuertemente, sed con ganas, sed de realidad, sed de existencia, sed de vida, sed de verdad. Nos encontramos inmersos en una realidad virtual, en la cual nada es plausible, tangible; esto lo sabemos, tanto físicamente como psíquicamente, y esta es la sed de la cual María nos habla, cuando estamos acompañados rodeados de realidad, de personas, de vida, de colores simplemente, al tenerlas, las ignoramos. Pero el momento en el cual estas cosas que nos rodean y nos son arrebatadas violentamente y nos quedamos solos es el momento en el cual tenemos la sed de verdad de la que nos habla Zambrano.

Tengamos sed, cerremos los ojos y vivamos, no en soledad, no en aislamiento, valoremos el día a día, vivimos en un mundo que nos rodea con sus melodías, colores y sensaciones, sepamos valorarlo, hoy, mañana, pasado y los días que le siguen, porque no sabemos cuándo es el momento en el cual no podremos volver a poner los pies sobre la tierra nuevamente. Hoy es hoy.

 

Candelaria Carrera

17 años

Estudiante de Sexto año, especializada en ciencias sociales del Colegio 25 de Mayo.

Córdoba, Argentina

 

Texto que elaborado para Lengua y Literatura, acerca de la Pandemia (consigna de la profesora María Soledad Martínez Costa).

 

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