Murió en cuarentena.
Sin despedirse, sin despedirla.
Se la llevaron sola,
sin un último abrazo,
sin una última sonrisa.
Donde sea que se haya ido
nos mirará compasiva.
Nos quedamos solos,
sin ella, sin su abrigo.
Hasta siempre, querida
gracias por los años compartidos.
Ariadna Sotelo
Ama de casa
52 años
Córdoba, Argentina.
Hernosas imágenes,y las poesías!