En un encuentro clandestino
de familiares y amigos
te abracé bien fuerte
por el tiempo perdido.
El tiempo que se fue
sin las charlas de amigas,
por el tiempo de encierro
sin los mates compartidos.
Nos encontramos como fugitivas
solo para conversar
para mirarnos a los ojos,
para reir y llorar.
Te he extrañado tanto,
como a todas mis amigas
Necesitamos paz
y la libertad de sentirnos vivas.
Laura L.
52 años
Periodista
San Salvador de Jujuy, Argentina