Yo me quedo en mi casa
intento hojear el mundo
con el dedo que señalo la estrella
o con la lengua que absuelve
el desqueje de la luna.
Yo me quedo en mi casa
aprendo del hornero.
Aireo el zaguán
después canto al borde de la sombra.
Yo me quedo en mi casa
popularizo la poesía
con el cemento del arte.
Con lo que tengo puesto.
Yo me quedo en mi casa
y desde aquí imagino verbenas
soy feliz en mi casa.
Porque amo
la vida y el sillón de madera
donde a veces remojamos el día.
Donde-como esta mañana-
nos miramos los ojos
y sabemos que estamos.
Elbis Gilardi
62 años
Docente jubilada
Brinkmann, Córdoba, Argentina
Valiosas entregas con un fin loable.Un aporte a la reflexión para estos tiempos.Importantes ponencias apuntando al abrazo a la nueva vida con un NUEVO HOMBRE.