Me desperté a las 10:30 de la mañana del Lunes. Tenía terapia de canalización de hierro al mediodía. Aún no me duermo. Fue mi último tratamiento por goteo de hierro. Confío en que ha sido un éxito.
Me escribí con amigos, llamé a otros y compartí mi experiencia de ese lunes perfecto.
Miry, en San Francisco, Córdoba. Cuidando a su mamá.
Mary, en su casa. Reposando, confiesa que hace frío, mira la televisión desde su cómodo sofá. Lo, está haciendo negocios desde redes sociales. Felicitas, degusta un asado que le convidaron sus amigas del depto de la calle Achaval Rodríguez y Belgrano. Se lo llevaron en una bandeja a su departamento que habita en la calle Belgrano al 600 .
Mi amiga Anita, me saluda por llamada, y dice pronto nos juntamos a tomar un té con una porción de torta.
Mi otra amiga Anita me dice que se encuentra bien, aprendiendo a esperar .
Hoy tuve mi día libre en mi trabajo. Hoy me escribió Luís. Solo él sabe que significa lo que dice. Dice:siempre que nos vemos tenemos problemas. Le digo: lo que te haga bien.
Creo que Luis posee memoria de conveniencia. Olvidó el día que vino a casa, embriagado. No importa. Olvidó que el 29 de noviembre me transmitió una bacteria por no utilizar preservativo, y me banqué sola el tratamiento.
A Luis le tenés que pedir. Un abrazo, un beso. Igual te dice que no. Consume flores, o semillas de flores, solo él sabe de qué se trata, y para qué consume. Y yo porque tuve un atraso, me dice que siempre tenemos problemas cuándo nos encontramos. Luis se olvidó que cuando lo conocí le conté lo de mi deficiencia en hierro, y eso no se elige, vivió conmigo siempre, y no es un problema, porque con mi hematóloga tenemos solución. Si Luis solo quiere placer y deseo está perfecto. Y si quiere un trío con mi amiga está bien. Pero yo quiero un amor simple, porque si es complicado no es amor.
Luis, pide perdón. Le aclaro que no es necesario. Que lo que sucede es perfecto.
El amor es, o no es. Forzar un vínculo es un desgaste psíquico importante. No cruces el puente, Luis.
Me despido dándote las gracias. También se agradece lo que no es.
Rita Santa Cruz
37 años
Vendedora
Córdoba, Capital