Memorias de la PANDEMIA y de la CUARENTENA Están relacionadas pero nos afectaron de distinta manera Efectos de la PANDEMIA
* Despertar y profundización de la Conciencia Global.
* Conexión con lo más lejano.
* Presencia de «lo otro diferente». *Comparaciones antes impensadas: con Suecia, Perú, con el País Vasco…
* Conciencia de las tensiones internacionales.
* Descubrimiento de culturas y costumbres muy diferentes a las nuestras: ¿comen murciélagos?
* Admiración por las mujeres gobernantes/educadoras de sus pueblos, que REALMENTE los cuidaron.
* La soberbia de los populismos de izquierda y de derecha: el partido de fútbol en Bérgamo, la Marcha por el día de la Mujer en Madrid, los dos Superman que desafiaron al Covid (Tump y Bolsonaro) y la ignorancia y corrupción de otros.
* Nuevo concepto de «lo lejano», el virus está lejos… a 13 horas!!
* La contradicción entre la perversidad del sistema capitalista y la posibilidad muy cercana de una vacuna fabricada en los países capitalistas. «Socialismo»?: No sabe/no contesta.
Efectos de la CUARENTENA
* Búsqueda, a veces desesperada, de la AUTOPROTECCIÓN
* Nuevos límites espaciales: el afuera es MUY RIESGOSO. Nuevas distancias: 2m serán suficientes o 10m? * El espacio del interior de la casa: nueva valoración del «humilde patiecito» (así lo veíamos antes). * Los parámetros temporales se dieron vuelta: ¿para qué madrugar? ¿para qué atender al público hasta las 21h si hasta las 19h alcanza? Podemos quedarnos a ver la nueva Serie hasta las tantas? * Nueva indagación del espacio subjetivo: lo conozco realmente? .Qué bueno tener tiempo personal!!! , si no hay chicos aburridos alrededor!! Los Recursos Digitales ¡Qué buenos la Video llamada!, el Zoom!, el Meet !, el Delíbery, la consulta médica por vía virtual !! Las familias y los maestros. Los maestros descubrimos los medios digitales, la importancia de los smartphones y el uso irreemplazable de las computadoras y las impresoras, antes muy SOSPECHOSOS! * Agradecimiento de los padres por las tareas a distancia. De los padres que no podían salir a trabajar y tenían 1 ó 2 hijos (claro!!). Mucha angustia por parte de los otros que seguro resultarían «bochados». * Mucho enojo de los padres por los abusos de los maestros! Y ni qué decir cuando llegaron las devoluciones!!! ¿Cómo críticas por entregas «intermitentes»! ¿Qué clase de formación pedagógica tienen? En qué mundo viven? Evalúan al niño o los padres? ¿Conocen la realidad de cada familia?: desempleo o temor al desempleo, escasez repentina de lo más básico, discusiones entre los padres, peleas entre los chicos (a veces, por el uso de la única computadora). Y otros problemas más delicados: violencia verbal, física y/o sexual, separaciones imprevistas! Y los que no recibieron ninguna tarea o 2 ó 3 en 120 días? Y los que no tienen computadoras ni WiFi ? Vieron las desastrosas clases por TV? Con gritos, cantos ininteligibles, mensajes «doctrinarios», errores garrafales: 14,8 ×10 = 140,8 !!! Y la vieja multiplicación por la unidad seguida de 0? *Algunos padres descubrieron: – que su hijito es indisciplinado, caprichoso y atrevido. * Malos entendidos en nuestras charlas con amigos y familiares que antes no * Descubrimos que nuestras diferencias no eran tantas y que NO eran insalvables, que las “Medidas Sanitarias” podían ser de “Imagen” o “Políticas”. * Que de ésta nadie sale solo. * Resulta que una «cuarentena» no significa 40 días. Pueden ser 14, 30, 45, 60, 75, 90, 110 y si no me apuran, 120 ó más. *Descubrimos que al lado hay OTRO PAÍS, (argentino también) que NO PODÍA hacer cuarentena pero sí pasear en grupo por las calles, comer helados en las heladerías, comprar sin problema en los puestos callejeros… Que era cierto que 9 en una casilla no es muy salubre! Salud y Salud Mental. Comprobamos que la incertidumbre, la impotencia y el miedo, de VERDAD nos enferman tanto o más que el COVID19. * Resulta que todas mis respuestas exitosas a mis antiguos problemas, ya no son exitosas para mis nuevos problemas. Actividades. Descubrimos que por fin! podíamos acomodar a fondo nuestros cajones, nuestros libros, nuestras fotos…o sea NUESTRA HISTORIA! * que somos capaces de hacer muy bien y con gozo, actividades que antes creíamos que eran sólo destinadas a otros: cocinar, escribir, pintar, cambiar de oficio o profundizar el propio. Conozco profesora de arte que hace y vende empanadas, taxista que atiende en un negocio, ceramista que se decidió a comprar su propio horno, la demanda de sus obras aumentó notablemente. * Para nuestra familia, fue la oportunidad para bucear en la historia de los abuelos y bisabuelos que llegaron a principios del siglo XX. Cuando los hijos preguntaron interesados por ellos, teníamos cada uno «trozos» de esa historia y nos faltaban otras partes. Fue como coser un traje único con los retales dispersos por toda la familia. Estaban incompletos, pero guardados con cariño, idealizados y hasta reverenciados: cartas, fotos, recuerdos y RECETAS inéditas. Encontramos copias autenticadas de Partidas de Nacimiento del siglo XIX, Actas de Matrimonio de 1919…Fue tan rica la cosecha, que estamos consultando precios para editar un librito para cada miembro de la ahora, muy grande familia. No podía quedar en unas “hojas abrochadas o con espirales” al decir de la prima “escriba”, encargada de la recopilación. Salud Pública Paradojas si las hay!! Los más contagiados: los médicos, enfermeros y ahora, más de 1000 policías y sus «contactos estrechos» (léase familiares y amigos). * Constatamos que lo que importan no son las «curvas» sino la oportunidad de las medidas y que no hay medidas inocentes. NADA reemplaza a la Responsabilidad Personal y Comunitaria: ni los bellos o aterradores discursos, ni los subsidios sin educación.
Estimada amiga: leí tu artículo con mucha atención. Mi situación está particularizada por el lugar en que vivo. En principio, aquí casi no existe la privacidad. Es, salvando las distancias, como estar en un cuartel militar. Pero, si bien la atención de las mujeres es muy buena, hay falencias. Te despiertan a las cuatro de la mañana, para el cambio de pañales a las abuelas y abuelos. A mi compañero de habitación, con sus casi 90 años, también lo despiertan para hacerle el mismo cambio. Luego, vives en tu habitación y en algunos lugares, con el olor de los orines y deposiciones. A las siete de la mañana ponen la radio con música de dudoso gusto, que no para hasta el mediodía. Bajas a tomar el desayuno, y ahí están los televisores con sus malas noticias; de modo, que hay un ruido por todo el ambiente, que a mí, particularmente, me afecta bastante. Casi no tengo conversación con los residentes, pues desconocen casi todo lo que cualquier persona sabe… Las abuelas, algunas, tienen un poco más de mundo. Te puedo decir, que con alrededor de 70 residentes, siento bastante soledad. Las mejores, incluso para conversar, son las mujeres a las que llaman “asistentes” y a otras “mucamas”. Son dignas de toda ponderación. Estas criollas, son muy esforzadas y con una paciencia inagotable. Las tuvieron hace un tiempo atrás sin pagarles el sueldo durante dos meses, y se quejaban apenas; pero siempre mantenían su sonrisa. En cuanto a mi experiencia personal, aprendí algo: algunas compras que debí hacer, no las pude concretar por el confinamiento de la cuarentena. Aquel refrán “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” me lo he recordado muy duramente. Y otra cosa: aquello que cotidianamente no valorábamos, aquí y cuarentena mediante, adquirió otro valor. Lo destacable es que dos de las chicas me compran lo que les encargo. No aceptan propinas y me traen el vuelto detallándome la relación del gasto. Tengo que hacer una mención especial para la asistente social del PAMI. Ella me retira el dinero del banco y me trae los recibos con los saldos, etc. Es la única persona a la que le doy la tarjeta con la clave. Aparte me hizo el trámite ante el Banco. Es excelente ¡! María Piedad Pappaterra
76 años
Profesora de Filosofía y Ciencias de la Educación.
Hice la Licenciatura en Educación en la UCC (no hice la Tesis por la distancia con Córdoba; viví hasta hace poco tiempo en Salsipuedes)
Jubilada con 40 años de trabajo frente al aula y en cargos directivos.
Actualmente resido en Villa Allende, Córdoba.
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