Todo era temor.
No existía otra cosa que temor.
Por aquí y por allá temor.
Temor pasado por alcohol o lavandina,
con barbijos, distancia y aislamiento.
Temor al contado, en cuotas,
en préstamo o regalado.
Temor real o disfrazado,
viejo, actual, sincero o simulado.
Temor de metal, de plástico,
de lejos o cercano,
lleno de protocolos y reparos,
lleno de angustias, enojos y mentiras,
colmado de quietud o disparado.
Temor con una gran T,
con una T luminosa
enmarcada en marquesinas.
Chorreado de mate y sin encuentros,
cubierto de amargor y falto de besos.
Temor en las miradas,
en los gestos, ademanes y palabras.
Temor con sus vaivenes
y cómplices desdichas.
Temor que anula y paraliza.
Temor que exalta el silencio y las ausencias.
Temor que rechaza abrazos y calores.
Temor en casa o en la calle,
temor por todos lados,
a demanda, acechando en los rincones.
Temor libre, oscuro, despiadado.
Temor sigiloso, astuto, deformado.
Temor- temor que prudente o alocado.
Es tan sólo temor…
Temor y temor ¡Jamás deseado!
25/05/2020